Illuminati es el nombre por el que se conoce mayormente la Orden de los Perfectibilistas o Iluminados de Baviera. Fue una sociedad secreta fundada el 1 de mayo de 1776 en Ingolstadt, Baviera, Alemania por el alemán Adam Weishaupt. Illuminati en latín significa "Los Iluminados".
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Introducción
Weishaupt habría creado esta sociedad con el propósito de derrocar a los gobiernos y reinos del mundo además de erradicar a todas las religiones y creencias para regir a las naciones bajo un Nuevo Orden Mundial, basado en un sistema internacionalista (precursor del comunismo y el anarquismo). Establecerían una moneda única y una religión universal, donde según sus creencias, cada persona lograría la perfección.
Sin embargo, los propósitos finales de esta sociedad, eran solamente conocidos por Weishaupt y sus más íntimos seguidores. Algunos autores como Nesta Webster, describen así las seis metas a largo plazo de los Illuminati:[1]
- Abolición de la monarquía y de todo gobierno organizado según el Antiguo Régimen.
- Supresión de la propiedad privada de los medios de producción para individuos y sociedades, con la consecuente abolición de clases sociales.
- Abolición de los derechos de herencia en cualquier caso.
- Destrucción del concepto de patriotismo y nacionalismo y sustitución por un gobierno mundial y control internacional.
- Abolición del concepto de la familia tradicional y clásica.
- Prohibición de cualquier tipo de religión, (sobre todo la destrucción de la Iglesia Católica Apostólica Romana) estableciendo un ateísmo oficial.
En los tiempos modernos, algunos grupos se atribuyen la condición de sucesores históricos de los Illuminati.
Historia
Orígenes
La Orden de los Iluminados de Baviera fue fundada en la noche del 30 de abril al 1 de mayo de 1776, (víspera de la famosa noche de Walpurgis), en un bosque al sur de Alemania, donde un pequeño grupo de hombres establecieron y juraron cumplir los propósitos de la sociedad.
Tras la fundación, Adam Weishaupt (quien se proclamó a sí mismo con el nombre simbólico de Spartacus) atrajo a su primer adepto; un barón protestante de Hannover llamado Adolph von Knigge (frater Philon), quien ya estaba iniciado en la masonería y que posteriormente desarrolló el Rito de Los Iluminados de Baviera, junto a Weishaupt a quien introdujo dentro de la logia de Munich: Teodoro del Buen Consejo.
Gracias a las habilidades de Von Knigge, los Illuminati rápidamente se extendieron por Alemania, Austria, Hungría, Suiza, Francia, Italia y otros puntos de Europa, afiliando a personalidades de la talla de Herder (Damasus), Goethe (Abaris), Cagliostro, el Conde de Mirabeau (Leónidas) y el legendario alquimista Conde de Saint Germain, entre otros. Algunos nobles como los duques de Saxe-Weimar y el de Saxe-Gotha, los príncipes Ferdinando de Brunswick y Karl de Hesse, el conde de Stolberg y el barón de Dalberg, también figuraron dentro de la iniciación iluminada.
Animado por su éxito al lograr reclutar un gran número de pensadores, filósofos, artistas, políticos, banqueros, analistas, etc, Adam Weishaupt tomó la determinación de afiliarse a la masonería por medio de Von Knigge, y ordenó la infiltración y el dominio de la misma.
El 16 de julio de 1782, en una reunión de la masonería continental que tuvo lugar en el convento de Wilhelmsbad, los Illuminati intentaron unificar y controlar bajo su autoridad todas las ramas de la masonería. Aunque ya habían logrado infiltrarse en las logias de toda Europa, la Gran Logia de Inglaterra, el Gran Oriente de Francia y los iluminados teósofos de Swedenborg decidieron no apoyar los planes de Weishaupt y oponerse formalmente a los Illuminati.
Debido al fracaso de este movimiento, Von Knigge renunció pensando que ya no tenía sentido seguir con los planes y se retiró a Bremen donde pasó sus últimos años. Mientras tanto Weishaupt recibía las ofensivas de los masones de Inglaterra y de los martinistas a quienes denunció en sus escritos, argumentando que La Gran Logia de Londres se creó a sí misma en 1717 por clérigos protestantes que no estaban iniciados en la masonería, es decir, que fue fundada por profanos sin constancias ni documentos válidos.
Disolución
El 22 de junio de 1784, el Príncipe elector de Baviera, duque Karl Theodor intuyó el peligro que suponían Los Illuminati para la Iglesia católica y las monarquías debido a su ideología liberal, revolucionaria e igualitaria, y aprobó un edicto contra éstos, la masonería, y en general cualquier sociedad no autorizada por la ley. Weishaupt fue destituido de su cátedra marchando al exilio de Ratisbona para dirigir la Orden desde el extranjero bajo la protección del duque de Saxe. En 1785, el edicto se confirmó y así se dio comienzo a las persecuciones y arrestos de los miembros de la sociedad.
Los planes más secretos de los Illuminati fueron revelados por casualidad, la noche del 10 de julio de 1784, cuando un mensajero de Weishaupt identificado como el abad Lanz, murió inesperadamente a causa de un rayo. Su cadáver fue llevado a la capilla de san Emmeran por habitantes de la zona y ahí entre sus hábitos se encontraron los importantes documentos que trataban sobre los planes secretos de la conquista mundial. La policía de Baviera indagó los detalles de la conspiración, dando a conocer al emperador Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico, el complot tramado contra todas las monarquías, en especial la de Francia, en donde más tarde, en 1789, se gestaría la llamada Revolución Francesa y la caída de Luis XVI y María Antonieta, sus últimos monarcas.
Los documentos fueron publicados por el gobierno bávaro, alertando así a la nobleza y el clero de Europa, sin embargo, poco después se convencieron de que la conspiración había sido destruida debido a la disolución oficial de los Illuminati, junto con el destierro de Weishaupt y la detención de numerosos adeptos.
Reminiscencia
En general, los dirigentes de la sociedad huyeron de las persecuciones y es probable que la mayoría de ellos permanecieran activos hasta su muerte a pesar de las prohibiciones. Los restos de la orden de Los Illuminati permanecieron en Europa hasta que desaparecieron años después de la Revolución Francesa. John Robison declaró que los Iluminados de Baviera se reformaron inmediatamente bajo otro nombre después de la disolución oficial.[2]
Los Illuminati en Estados Unidos
Si bien es posible asegurar con certeza que los Illuminati desaparecieron de Europa en las primeras décadas del siglo XIX, resulta inexacto afirmar lo mismo en el caso de Estados Unidos. Un año después de la prohibición en Baviera, en 1785, se constituyó la Logia Colombia de la Orden de Los Illuminati en New York, a la cual se afiliaron como Hermanos el gobernador De Witt, Clinton Roosevelt (un ancestro de Franklin Delano Roosevelt), Horace Greeley, director del Tribune y el propio Thomas Jefferson. De esta logia derivó la Orden de Los Illuminati en Estados Unidos, que a inicios del siglo XX se le conoció como Grand Lodge Rockefeller. La presencia de Los Illuminati en Estados Unidos se ha mantenido durante dos siglos hasta el presente, en organizaciones iluministas como la fraternidad estudiantil Phi-Beta-Kappa de 1776, The Order, Skull and Bones de 1832 y The Shriners de 1870 (Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Santuario Místico).
Los Illuminati en la actualidad
En la actualidad, existen dos o tres órdenes que reclaman ser herederas de los Illuminati: la Ordo Illuminatorum con sede central en Brasil, espiritualista y esotérica, mientras que los Skull and Bones y las ramas estadounidenses en general han optado por seguir una línea neoliberalista y materialistas.
Símbolos Illuminati en el billete de un dólar
En el billete actual de un dólar norteamericano aparece el Gran Sello de Estados Unidos el cual está compuesto por el "Ojo que todo lo ve", también llamado "Ojo de la Providencia". Aunque no es un símbolo de origen cristiano y no se lo menciona en la Biblia, todavía hasta hoy es asociado con el ojo de Dios o de Yahvé, el cual representa su omnisciencia y cobró importancia a partir del Renacimiento. El símbolo fue gradualmente adoptado por los francmasones para representar al Gran Arquitecto del Universo. Su verdadero origen se encuentra en el simbolismo del Udjat u "Ojo de Horus",[3] [4] antiguo dios egipcio que representa al Sol. El diseño de este sello fue aprobado por el Congreso de los Estados Unidos el 20 de junio de 1782 y posteriormente, en 1935, fue introducido en el billete de dólar por aprobación del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, masón del grado 32° del Rito Escocés[5] [6] y también miembro de los Shriners.
La iconografía presente en el billete introduce la parte izquierda del sello (reverso) con el ojo en una pirámide egipcia trunca con 13 escalones (que simbolizan las 13 colonias de Estados Unidos, aunque es probable que a la vez represente, de una forma esotérica, los 13 grados del Rito de los Iluminados de Baviera), en cuya base está escrito el número 1776 en números romanos (año de la independencia de las 13 colonias y de la fundación de los Illuminati). Va acompañada de la sentencia "Annuit Cœptis" que significa: "[Él] aprueba [nuestro] comienzo". Abajo aparecen las palabras "Novus Ordo Seclorum". Aunque obras de ficción literarias y cinematográficas traducen erróneamente esas palabras como "Nuevo Orden Seglar", la traducción correcta sería "Nuevo Orden de las Eras" (o de los Siglos) (o según expertos latinistas, "el comienzo de una nueva era" pues la palabra es el posesivo plural latino de 'saeculum', que en el contexto significa generación, siglo o era. La confusión viene del parecido de la palabra seclorum con otra palabra latina: saecularis. El número 13 sigue extendido en el sello derecho (anverso): Un águila calva que lleva en la pata derecha una rama de olivo (símbolo de la paz) con 13 hojas y en la pata izquierda 13 flechas (símbolo de la guerra), sobre su pecho ostenta un escudo con 13 barras, un lema con 13 letras que reza: E Pluribus Unum ("De muchos, uno") y finalmente, 13 estrellas sobre su cabeza que forman la estrella de David o signo de Israel.
Un presunto "Ex-illuminati" llamado William Schnoebelen, explica el significado de este símbolo y comenta que se basa en un mensaje realizado por Jesús en Mateo 21:42 que dice:
Mateo 21:42
Según Schnoebelen, la única piedra que puede ser cabeza y esquina, es el vértice superior de una pirámide, razón por la cual ellos le cortan esa piedra al símbolo, él explica: "este símbolo en el dólar no es nada más que un talismán y este talismán se carga con la energía de billones de personas diariamente. Los illuminati creen que cortándole el tope a la pirámide se impedirá el regreso de Jesús".[7]
Otra frase del billete de dólar reza: "In God We Trust", traducido como "En Dios Confiamos". Sin embargo, existen otras interpretaciones, hechas generalmente por teóricos de la conspiración, al uso de esta frase. La primera de ellas supone una elipsis en la frase "In God we (have the) Trust" ("En Dios tenemos el trust") donde trust es "corporación financiera" o "negocio". Y la segunda, más extendida debido a un supuesto error de la Reserva Federal que supuestamente emitió una serie de billetes y monedas con la frase "In Gold we trust" ("En el Oro confiamos").[8]
Los Illuminati tenían también otro símbolo para su "escuela secreta de sabiduría", este era el Búho de Minerva, la diosa de la sabiduría. Este símbolo, igualmente se puede encontrar en el billete de un dólar a una escala minúscula, en el margen superior derecho entre una hoja y el margen que rodea al número uno[1]. También se le asocia a la sociedad del Bohemian Club.
Teorías de conspiración
Hasta el día de hoy, en numerosas obras se han divulgado ciertas teorías en las que los Illuminati, después de subsistir luego de su prohibición, y a causa de su dedicada infiltración en la masonería, serían responsables de un gran número de sucesos importantes tales como la Revolución Francesa, las Guerras Mundiales e incluso el atentado terrorista contra las torres gemelas en 2001 y las posteriores guerras en Afganistán e Irak.
La Revolución Francesa
Esta teoría tiene tres orígenes. En 1786, Ernst August von Göchhausen en su libro "Revelaciones sobre el sistema politicó cosmopolita", denunció una conspiración masónica-illuminati-jesuita y predijo "inevitables revoluciones mundiales"[9] 3 años antes de la revolución francesa. A inicios del siglo XIX, el sacerdote jesuita francés Augustin Barruel (su socio literario Jacques-François Lefranc también compartió esa opinión en un libro[10] al igual que Pierre-Joseph de Clorivière[11] y Antoine de Rivarol[12] ) y el erudito masón escocés John Robison intentaron demostrar, independientemente el uno del otro, que muy por encima de factores tales como la constante represión del Tercer Estado, de las sucesivas hambrunas y del mal manejo de la crisis que hizo Luis XVI, el factor predominante que habría desatado la revolución sería una preparación metódica del proceso revolucionario, cuyo plan fue trazado detalladamente años antes de su estallido, ya que para que se produzca tal proceso, serían requeridas principalmente dos cosas:
- Un clima cultural e intelectual apropiado que alimente las fuerzas potenciales. Como una situación de grave alteración generalizada que obligue a la población a exigir un cambio. El clima que se necesitaba para la Revolución Francesa se generó en los años del enciclopedismo y la Ilustración, el cual era un movimiento de pensamiento iluminista.
- Un grupo dirigente y de agitadores, que se encargue de organizar y movilizar a las masas para cumplir los objetivos deseados. (Presuntamente los Illuminati)
Se proponen, ante todo, tres pruebas:
- En primer lugar, que todos los ideólogos, directores y dirigentes políticos de la Revolución Francesa sin excepción, habrían sido francmasones: Desde los teóricos propagandistas como Montesquieu, Rousseau, D'Alambert, Voltaire y Condorcet, hasta los activistas más prominentes de la Revolución, del Terror, el Directorio y el bonapartismo como el conde de Mirabeau, quien introdujo la Orden en Francia y los revolucionarios Saint-Just, Camille Desmoulins, Danton, Hébert, Jean Paul Marat, Robespierre, Felipe de Orleans, Fouché, Siéyès, François Babeuf (líder de la llamada Conspiración de los Iguales y considerado como uno de los primeros teóricos del comunismo así como un pre-anarquista), Rouget de L'Isle (compositor de La Marsellesa), Lafayette (creador de la escarapela tricolor), y hasta el mismo Napoleón. El famoso Conde de Cagliostro, que participó en las tramas del proceso revolucionario francés, creó la masonería egipcia y también recibió la iniciación en las logias de Weishaupt. Por otro lado, el hecho de que el grito de Libertad Igualdad y Fraternidad haya sido el lema de la Revolución Francesa así como también la divisa de la francmasonería, confirma que en realidad, incluyendo o no a los Illuminati, fueron los francmasones del siglo XVIII quienes desarrollaron la revolución.
- El historiador masón Louis Blanc señaló que la mayoría de los revolucionarios eran masones, nombrando en la logía "des neufs soeurs" Dominique Joseph Garat, Jacques Pierre Brissot, Bailly, Nicolas de Condorcet, Camille Desmoulins, Nicolas Chamfort, Danton, Christophe Antoine Gerle dicho Dom Gerle, Rabaud Saint-Etienne, Alexandre Pétion, y en la logía "de la Bouche-de-Fer": Claude Fauchet, Goupil de Préfern et Nicolas de Bonneville.[13] André Baron denunció la mano directa de la logia masónica "les amis réunis" sobre los crímenes del Reinado del Terror[14] nombrando ante los masónes Jean-Louis Carra,[15] François Babeuf y Robespierre y con el autor Jean-Emmanuel Le Coulteux de Canteleu citó Jacques-René Hébert, Jean Paul Marat, Joseph Le Bon, Saint-Just.[16] [17] Augustin Barruel señala que los verdugos que asesinaban prisioneros durante el Reinado del Terror practicaban el saludo masónico entre ellos.[18]
- En segundo lugar, existió en Francia, poco antes de la Revolución Francesa, una logia de francmasones, la cual se hizo llamar de manera muy similar a la orden de Adam Weishaupt, "Les Illuminés". Ya que este grupo era pequeño y menos influyente, molestó tan poco como el hecho, de que los Illuminés franceses eran adeptos a una tendencia mística y a la iluminación radical de Adolph Von Knigge, lo cual Weishaupt no tenía en mente.
- Por último, en febrero de 1787, se llevó a cabo en Francia la Asamblea de los Notables, convocada por Charles Alexandre de Calonne. Y, en los años posteriores, 1788 y 1789, una logia masónica de París, "Amis Réunis", recibió a algunos de los máximos cargos de los Illuminati ya disueltos, como Johann Christoph Bode y el barón de Busche.
Las obras de Barruel y Robison ganaron popularidad entre muchos partidarios de la derecha radical y otros sectores. A mencionar aquí por ejemplo a la historiadora[19] inglesa y teórica de conspiraciones de los años veinte Nesta Webster, la sociedad norteamericana John Birch Society o el excandidato presidencial Pat Robertson y otros como Des Griffin y Jan Udo Holey.
Por otro lado, en el siglo XIX, el escritor Charles Louis Cadet de Gassicourt explicó la acción subterránea de las sociedades secretas en la revolución francesa[20] y el padre Nicolas Deschamps denunció una conspiración masónica detrás de la Revolución Francesa[21] al igual que el historiador Alfred François Nettement.[22]
Al comienzo del siglo XX, los libros del historiador francés Augustin Cochin, escritos desde un punto de vista sociológico, señalaron a la masonería como una de la principales fuerzas de instigación de la revolución[23] al igual que el periodista Maurice Talmeyr varios años después.[24]
Albert Pike, en su libro Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry,[25] en el capítulo dedicado al grado 30º, retoma la tesis de que la francmasonería habría inspirado y organizado secretamente la Revolución Francesa:
Las Guerras Mundiales
Quienes apoyan estas teorías, citan como por ejemplo la presunta existencia una serie de cartas escritas entre los años 1870 y 1871, que se conservarían en los archivos de la biblioteca del Museo Británico[27] entre un antiguo militar confederado llamado Albert S. Pike (De hecho el único representante de la Confederación, y a la vez miembro activo del Ku Klux Klan, honrado con una estatua en Washington D.C.) y el francmasón y carbonario Giuseppe Mazzini, un filósofo y político italiano que se esforzó por unificar los estados italianos y quien había sido seleccionado por los Illuminati para dirigir sus operaciones mundiales en 1834. El Museo Británico desmiente la existencia de dichas cartas.
Según William Guy Carr, en una de las cartas fechada el 15 de agosto de 1871, Pike le hace saber a Mazzini el plan de los Illuminati para el futuro del mundo[2]:
Citado según William Guy Carr, en Peones en el juego, 1955.
La intensa actividad de Pike, sumada a la eficacia con que desempeñaba sus cargos y su deseo personal de ver en vida un gobierno mundial, lo llevaron a alcanzar el puesto de responsable máximo de los Illuminati en 1859.
Estas teorías de conspiración recibieron sustento entre otras cosas, gracias a que ciertos grupos teosóficos y ocultistas intentaron por sí mismos estilizar las supuestas desapariciones de Illuminati a lo largo de un siglo[cita requerida]. Por ejemplo el historiador Leopold Engel fundó en 1896 la asociación mundial de Illuminati, la cual aprovechaba la sucesión de la orden de Weishaupt. Ya en 1929 fue retirada esta asociación registrada del Registro de Asociaciones de Berlín. También la Ordo Templi Orientis (O.T.O.) de Theodor Reuss y Aleister Crowley, y los Illuminati de Thanateros fundada en 1978 pretenden acogerse a la linea de tradición ritualista de los Illuminati de Baviera, pero realmente tienen poco que ver con la orden iluminista-racionalista de Weishaupt y Adolph Von Knigge[cita requerida].
Los Illuminati en la cultura popular
Los Illuminati aparecen repetidas veces en novelas populares, como por ejemplo en la Trilogía-Illuminati de Robert Shea y Robert Anton Wilson, en el Péndulo de Foucault de Umberto Eco, o en la obra Ángeles y Demonios de Dan Brown. Aquí son representados como bellacos siniestros, opacos productores de complots o diabólicos conspiradores mundiales, ya que los autores mencionados generalmente no toman datos sobre la personalidad real de la orden basados en fuentes históricas, sino predominantemente de las especulaciones conspirativas que circulan alrededor de los Illuminati.
Así que de ninguna manera era el objetivo de los Illuminati provocar un Fin del Mundo de manera literal o física, sino más bien política (recordemos el "Novus Ordo Seclorum"), como por ejemplo en la formulación de Robert Anton Wilson de "hacer de la escatología algo inmanente". Tampoco eran miembros Bernini o Galileo Galilei, como refiere Brown, puesto que éstos murieron un siglo antes de la fundación de los Illuminati, ni tampoco pertenecían a una línea de tradición milenaria desde los druidas celtas hasta Asesinos y Templarios con el objetivo de encontrar el "umbilicus mundi".
Particularmente popular es la suposición difundida por las novelas, de que los Illuminati crearon los símbolos a través de los cuales se hacían reconocibles a los iniciados e ingeniosos simbologistas.
Lista de apariciones de los Illuminati en la cultura popular [editar]
- La Trilogía The Illuminatus!, la famosa serie de novelas de ciencia ficción satírica escritas por Robert Shea y Robert Anton Wilson, inexplicablemente nunca traducidas al castellano, ha influido de una u otra manera en todos los trabajos de ficción sobre los Illuminati.
- El libro Ángeles y Demonios, una novela de misterio escrita por Dan Brown.
- Los juegos de cartas "ILLUMINATI" e "ILLUMINATI: NWO" creados por Steve Jackson y producidos por Steve Jackson Games, inspirados en la Trilogía The Illuminatus!.
- Los Illuminati, de la editorial de cómics Marvel: un grupo de superhéroes (Rayo Negro, Namor, Dr. Extraño, Iron Man, Mr. Fantástico y el Profesor Xavier), que dirigen entre bambalinas las actividades del resto de los superhéroes.
- El cómic de DC "Time Masters", miniserie en la que Tim Hunter, un científico obsesionado con el viaje en el tiempo intenta detener una guerra nuclear del futuro provocada por los Illuminati, volviendo atrás en el tiempo e intentando evitar las manipulaciones de esta sociedad secreta en los eventos clave del pasado. Hace referencias a la teoría conspiracionista que sostiene que George Washington fue suplantado por Adam Weishaupt.
- En el juego para computadora Deus Ex de Eidos Interactive, Inc.
- En la serie de dibujos animados Gargoyles.
- En el libro "El gran juego" de Carlo Frabetti.
- En la película alemana "23".
- En la película Lara Croft: Tomb Raider, que muestra a los Illuminati como una sociedad secreta dispuesta a dominar el mundo usando un artefacto en forma de triángulo, inscrito con el "ojo que todo lo ve", capaz de controlar el tiempo.
- En el juego para computadora "Área 51", de Midway games.
- Hay juegos de cartas coleccionables basados en este tema.
- El disco "New World Order" de la banda alemana Gamma Ray habla sobre este tema.
- El videojuego de luchas para Arcades y Playstation 2 Street Fighter III: 3rd Strike, el jefe final es Gill, un Illuminati que se muestra como el nuevo mesias cuyos planes son traspasar sus poderes al más fuerte y obtener control mundial.
- En el videojuego "Resident Evil 4", la hija del Presidente de los Estados Unidos es secuestrada por un grupo de fanáticos religiosos llamado "Los Iluminados".
- El autor Paul Koch publicó un libro llamado Illuminati donde se describe toda su historia hasta la actualidad, y cómo este grupo ha influido en gran manera en acontecimientos de suma importancia.
- El disco de la banda de metal estadounidense Agent Steel, " Order of the Illuminati", editado en 2003, trata sobre este tema.
- La cancion de la banda de Thrash Metal estadounidense Megadeth, "Washington Is Next!", editado en 2007, trata sobre el Nuevo Orden Mundial.
- El grupo de luchadores de WWE y WCW, Scott Hall, Kevin Nash y Hulk Hogan que ocupaban el nombre de nWo para intentar una "revolución" dentro de las empresas.
- Cancion "LA HISTORIA DEL SECRETO" del grupo underground de rap chileno "CUARTO UNIVERSO", trata sobre este tema.
Nombres de los 13 grados del Rito de los Iluminados de Baviera
El Rito de los Iluminados de Baviera consistía en 13 grados de iniciación a los cuales se accedía conforme se demostraba lealtad y conocimiento. Cada grado poseía sus rituales y secretos propios los cuales no estaba autorizado revelar a grados inferiores, y cada miembro juraba obediencia incondicional a sus superiores. Los grados se dividían en tres clases:
I. Primera clase - Vivero: 1. Preparatorio. 2. Novicio. 3. Minerval. 4. Iluminado menor. | II. Segunda clase - Francmasonería: 5. Aprendiz. 6. Compañero. 7. Maestro. 8. Iluminado mayor. 9. Iluminado dirigente. | III. Tercera clase - Misterios: 10. Sacerdote. (Pequeños misterios) 11. Regente. (Pequeños misterios) 12. Mago. (Grandes misterios) 13. Rey. (Grandes misterios) |
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